La halitosis, también conocida vulgarmente como mal aliento, es una afección que generalmente suele tener su origen en la boca, en especial debido a una mala higiene por parte del usuario. También puede deberse a diversas patologías de la garganta y la nariz, y un mínimo porcentaje de la población sufre halitosis por problemas digestivos. Gases de Compuestos Volátiles Sulfurados (CVS) son expelidos por la boca, producidos por bacterias presentes en el dorso de la lengua o derivadas de procesos de gingivitis y periodontitis.
Para evitar el mal aliento existen varios consejos que pueden ayudar a tratarlo, aunque siempre es recomendable ponerse en manos de un profesional que se ocupe de manera personalizada de cada caso. El primero de ellos, por supuesto, es mantener una escrupulosa higiene dental con un cepillo en buen estado y el uso de colutorio y seda dental. Además, es recomendable adquirir el hábito de cepillar la lengua.
Hay alimentos que conviene evitar si queremos tener un mejor aliento: la cebolla, el ajo o el consumo excesivo de café son factores desencadenantes de halitosis. Otros, a su vez, pueden ayudarnos a mejorarlo, como la manzana, la zanahoria o hierbas como el perejil o el eucalipto. Fumar tampoco ayuda, debido a la sequedad bucal que provoca. Por último, es recomendable beber mucha agua para mantener la boca hidratada, evitando así la proliferación de bacterias.