Durante el embarazo, el niño pasa a ser el principal motivo de las atenciones. Se tienen en cuenta muchos aspectos de cada fase de su crecimiento, pero en ocasiones se olvida una parte muy importante: la dentadura de la futura madre.
Y es que durante los meses de gestación, los dientes sufren y mucho. De hecho, es bastante habitual tener problemas con las encías y el esmalte. Durante el embarazo se altera la composición de la saliva, lo que propicia un rápido desarrollo de bacterias.
Un alto consumo de azúcares puede hacer que la placa dental sea más agresiva, y las bacterias que ahí habitan, producen ácidos que atacan el esmalte y provocan caries.
La inflamación de las encías o gingivitis se hace más evidente a finales del primer trimestre, después puede mantenerse o aumentar en el segundo trimestre, pero no os preocupéis porque es algo puntual y remite tras el parto.
Recuerda que durante el embarazo es cuando más debes cuidar tu salud bucodental.