Inmaculada sufría de las conocidas tinciones grisáceas y amarillentas por la tetraciclina, un antibiótico comúnmente usado hace años. En el testimonio que nos graba, nos cuenta que ponía su mano en la boca para hacerse una foto, soñaba con pintarse los labios de rojo… Después de conocer a nuestro equipo, no dudó en ponerse en sus manos y comenzar con la rehabilitación que ha permitido que su sueño se haga realidad y su complejo desapareciera.